Reseña: La Señal de los Cuatro
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Información general
Título: La Señal de los Cuatro
Autor: Arthur Conan Doyle
Género: Novela policial
Tema: Búsqueda de un asesino y
un tesoro
Año de publicación: 1894
Edición leída
Editorial: Grupo Editor Altamira
Páginas: 128
Año de la edición: 2000
ISBN: 98794823305
Sinopsis
Extraída de la contratapa del libro:
Un Watson perplejo escucha la respuesta de su amigo, el detective Sherlock Holmes: "No soporto vivir sin hacer funcionar el cerebro ¿Y por qué otra cosa vale la pena vivir, además? Venga aquí a la ventana ¿Ha visto un universo más lúgubre, más deprimente, más inútil?... El delito es banal, la existencia es banal y solamente las cualidades banales tienen alguna función sobre la tierra".
Resumen
Al comienzo de la historia,
el detective extraoficial Sherlock Holmes expresa a su amigo Watson que se
siente vacío por no poder hacer trabajar su mente. Luego, Mary Morstan acude a
ellos para que la acompañen a encontrarse con un desconocido que le había
estado enviando perlas luego de la desaparición de su padre y que ahora la
había citado. El desconocido es Thadeus Sholto, quien revela que la señorita es
heredera de una parte de un tesoro. De acuerdo a la voluntad de su padre,
Thadeus y su hermano gemelo Bartholomew debían compartir el tesoro con ella,
pero no llegó a revelarles la ubicación antes de morir. Pero luego de 6 años de
búsqueda descubrieron el tesoro y es hora de repartirlo. Cuando se dirigen a
buscarlo, nada va a salir de acuerdo a lo planeado y deberán embarcarse en una
investigación que sólo Sherlock Holmes puede resolver, trayendo del pasado una
historia de alianzas, traiciones y venganzas.
Puntuación
3/5
Opinión Personal
La señal de los cuatro (o el
signo de los cuatro), de Arthur Conan Doyle es
la segunda novela protagonizada por Sherlock Holmes.
Al comienzo de la historia, el detective extraoficial Sherlock Holmes expresa a su amigo Watson que se siente vacío por no poder hacer trabajar su mente. Luego, Mary Morstan acude a ellos para que la acompañen a encontrarse con un desconocido que le había estado enviando perlas luego de la desaparición de su padre y que ahora la había citado. El desconocido es Thadeus Sholto, quien revela que la señorita es heredera de una parte de un tesoro. De acuerdo a la voluntad de su padre, Thadeus y su hermano gemelo Bartholomew debían compartir el tesoro con ella, pero no llegó a revelarles la ubicación antes de morir. Pero luego de 6 años de búsqueda descubrieron el tesoro y es hora de repartirlo. Cuando se dirigen a buscarlo, nada va a salir de acuerdo a lo planeado y deberán embarcarse en una investigación que sólo Sherlock Holmes puede resolver, trayendo del pasado una historia de alianzas, traiciones y venganzas.
Creo que todos conocemos a este dúo detectivesco, pero por si acaso, haré un repaso. Sherlock Holmes es un detective privado que se destaca por su gran capacidad lógica, muy seguro de sus capacidades y con algunas adicciones. Con respecto a eso voy a decir que mi versión se encuentra adaptada (decir censurada queda mal, ¿no?). En la versión original se lee claramente que Sherlock usa cocaína. Imaginemos la repercusión en la sociedad de la época al leer eso.
“Mi mente se rebela contra el estancamiento
-declaró-. Que me den problemas, que me den trabajo, que me den el criptograma
más abstruso o el más intrincado análisis, y me veo en mi atmósfera más
adecuada. En cambio, aborrezco la opaca rutina de la existencia; anhelo la
exaltación mental. Por eso elegí mi propia profesión especial, o mejor dicho la
creé, puesto que soy el único del mundo.” (versión adaptada)
Watson es un médico
retirado del ejército, sentimental y emocional, en contraposición con su
compañero. Se siente inferior a Sherlock. En esta novela se enamora rápidamente
de la señorita Morstan y le preocupa en gran medida la salud (adicción) de su
amigo.
“Sherlock: …el amor es emocional, y todo lo
emocional se opone a la verdadera razón fría, que yo considero por encima de
todo. Por mi parte, jamás me casaría, por temor de que eso nublara mi
entendimiento.
Watson: Confío en que mi entendimiento sobreviva a
esta prueba…”
Siguiendo con los
personajes, vemos poca presencia e importancia de personajes femeninos. La figura
femenina se relega a la de la damisela en
apuros, que necesita del hombre
protector y desencadena la historia. También aparecen los delincuentes
(obviamente) y un detective de la policía, a la que Sherlock se encarga de
poner en ridículo (de forma privada, ya que públicamente es quien se lleva el
reconocimiento).
En cuanto a la narración, se hace en primera persona desde la
perspectiva de Watson, lo que, en parte, nos limita el conocimiento de los
hechos. En la novela se puede ver el desarrollo paralelo de dos historias: la
aventura presente de Sherlock y Watson por un lado, y el recuerdo de los hechos
pasados, por otro.
Algo que no me termina de
gustar es la exagerada omnipotencia de Sherlock, aunque sea una de sus
características más llamativas. Con un par de datos resuelve el caso, como si
lo supiera todo de antemano. Y nosotros, como lectores, nos quedamos sin la
posibilidad de pensar. Esto torna muy vertiginosa la historia, no encuentro el
suspenso que tanto me gusta en las novelas policiales. Antes de entender lo que
pasa, ya tenemos en nombre del sospechoso y la descripción exacta de la escena
del crimen; solo nos queda la esperanza de que el gran detective se equivoque
para que la trama nos sorprenda…
“Parece que sabe tanto como si hubiera estado allí
presente, señor”.
La otra historia que leí del autor fue Los sabuesos de los Baskerville, y no recuerdo que me haya dejado
la misma sensación. Igualmente, fue hace mucho tiempo y releer esta novela me
dieron ganas de seguir leyendo las aventuras de Sherlock Holmes, así que quizá
lo compruebe. Puede ser que este libro es muy breve y la acción se encuentra
comprimida y pasa muy rápido.
Siendo un declarado fanático de Agatha Christie, no puedo evitar hacer
una mínima comparación, y Conan Doyle no me produce la misma emoción que la
dama del crimen.
Como conclusión diré que para aquellos que disfruten las historias
policiales de época, con lógica y acción, este libro es un clásico ideal para
pasar un buen rato de entretenimiento.
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