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Reseña: El Símbolo Perdido

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Ficha Técnica

Información general

Título: El Símbolo Perdido
Autor: Dan Brown
Género: Novela policial, suspenso
Tema: Simbología, masonería, religión
Año de publicación: 2009

Edición leída

Editorial: Booket
Páginas: 729
Año de la edición: 2017
ISBN: 9788408175759

Sinopsis

¿Existe un secreto tan poderoso que, de salir a la luz, sea capaz de cambiar el Mundo?

Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

Con la ayuda de Katherine Solomon, hermana de Peter y experta en ciencias neoéticas, Robert Langdon tiene doce horas para salvar a su amigo y, al mismo tiempo, evitar que uno de los secretos mejor guardados de nuestra historia caiga en manos equivocadas... 

Dan Brown vuelve a retar a los lectores con una historia inteligente y de ritmo vertiginoso que ofrece sorpresas en cada página. El símbolo perdido es lo que los fans del autor estaban esperando: su novela más emocionante.

Puntuación

5/5

Opinión Personal

Brown es, sin dudas, uno de mis autores preferidos. Amo las historias de suspenso, y este libro lo mantiene todo el tiempo: siempre puede haber un giro inesperado en la historia y hasta que ya está pasando, no se ve venir. Además de esto, como la historia de ficción se desarrolla en lugares reales, con organizaciones y datos históricos reales es mucho más fácil sumergirse dentro de la trama, y hace posible buscar mapas, referencias, y fotos de los elementos de la historia. A lo largo del libro seguramente al lector se le despierte la curiosidad sobre algunos temas.

La novela es la tercera de la saga que tiene como protagonista a Robert Langdon, un profesor de simbología de la Universidad de Harvard, y sucede luego de los eventos narrados en El Código Da Vinci. Sin embargo, a pesar de este orden cronológico, las historias son completamente independientes, salvo por alguna que otra referencia dispersa a lo largo de los diferentes libros.

En este caso, quienes comparten el protagonismo con Langdon son Katherine Solomon, una importante científica especializada en la ciencia noética (disciplina que investiga la naturaleza y potenciales del pensamiento); Peter Solomon, viejo amigo de Robert, secretario del Instituto Smithsoniano y Masón de grado 33 (el más alto en la logia) e Inoue Sato, la implacable directora de la Oficina de Seguridad de la CIA. El antagonista de la historia es Mal’akh, un personaje frío y perturbado que logra llegar al grado 33 de la logia y está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo.

La trama de este thriller se desarrolla en Washington, y como es costumbre de Brown, ocurre en un solo día en el que Langdon es puesto a actuar a contrarreloj a causa de sus conocimientos. A diferencia de los dos libros anteriores, la historia no comienza con un asesinato, pero Langdon debe enfrentarse a una escena traumática relacionada con su mentor y amigo Peter. Luego se reunirá con Katherine y juntos enfrentarán a Mal’akh que busca descubrir los secretos de la pirámide masónica. Esta pirámide, según la leyenda, se encuentra escondida en algún lugar de Washington y proporcionará a quien sea digno de descifrarla, la ubicación del conocimiento universal perdido, que a su vez los masones juran proteger con la vida.

En este libro, Brown deja en claro su admiración hacia los masones por unir diferentes credos al utilizar un lenguaje simbólico que se puede ser universal (pensamiento que luego fue expresamente admitido por él mismo). Los describe como una orden que apunta a la superación personal y al avance de la humanidad. También describe parte de sus ritos de iniciación (¿serán realmente así?) y a pesar de lo impactante que suenan, Brown muestra que muchas costumbres o creencias, sacadas de contexto, pueden ser igual de burdas o chocantes, como el hecho de “arrodillarse a los pies de un antiguo instrumento de tortura y consumir símbolos ritualistas de sangre y carne, en el día pagano del Dios Ra”, haciendo referencia a adorar a Jesús en la cruz y tomar la comunión el día domingo.

Otro tema recurrente de Brown es el eterno dilema de la relación o separación de la fe y la ciencia. En este libro se resalta la semejanza del hombre con Dios, y la posibilidad verdadera del hombre de convertirse en un dios (apoteosis). Además de que hay varias referencias directas de ese pensamiento a lo largo de la trama, también aparece de manera secundaria en las investigaciones de Katherine Solomon y en el dilema de revelar al mundo resultados tan poderosos y radicales referentes a las capacidades reales de la mente humana y la existencia del alma, entre otros temas.

Cuando llega la parte del desenlace el cambio es muy brusco: toda la acción se termina repentinamente y llega el momento de las explicaciones, para lo cual el autor dedica algunos capítulos. Creo que el final nos deja pensando y asimilando tanto como a los propios personajes. Y aunque la emoción decae notoriamente (lo que para mí podría ser el único punto débil) creo que, de acuerdo al desarrollo de la historia, es un final correcto.

Novela altamente recomendada para lectores afines a temas relacionados con sociedades secretas (o “sociedades con secretos”), simbología, historia, teorías conspirativas y obviamente para los amantes del suspenso y las historias atrapantes.

Para finalizar, dejo una frase que me gustó y que invita a la reflexión:

“A veces solo se necesita un ligerísimo cambio de perspectiva para ver algo conocido bajo una luz completamente nueva”.


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